Muchas personas han pensado empezar un nuevo negocio pero se detienen a ellos mismos porque tienen miedo, preocupación, desconfianza, preocupados de que no tengan el tiempo o el nivel de energía que se requiere. Y no es falso: fundar una compañía envuelve todas esas cosas (y más).
Lo importante es saber que: a lo largo del camino, también se aprenden algunas lecciones que bien asesorados, podrían ayudar a cualquiera a iniciar una compañía rentable.
En primer lugar es vital aceptar el papel de líder. Hay que llegar a acuerdos con el desafío de ser un CEO o empresario, sin nadie más detrás de uno mismo para compartir sus resultados. Hacer el trabajo no sólo por uno mismo sino por todas las personas que creen en sus sueños. Acepte este hecho desde el inicio y estará mucho mejor a largo plazo.
Sin embargo, estos “acuerdos” no llegarán si uno no se rodea de creyentes. Parece simple, pero se necesita un grupo central de personas que crean en el proyecto, en la visión y el enfoque, y que estén dispuestos a ponerse en línea para ayudar a alcanzar los objetivos. En Bufete Nieto seremos los primeros en creer en su proyecto y apoyarle a sentar las bases de su idea de forma profesional para dedicarse sin preocupaciones al crecimiento de su negocio y planificación diaria.
Y hablando de planificación, no hay mejor aliado en un emprendimiento que aprender la importancia de equilibrar el tiempo. La realidad es que hay que aprender a presupuestar el tiempo de forma realista, sin comprometerse demasiado ni asumir compromisos que no pueda cumplir porque se vuelve una trampa fácil para los empresarios que están motivados por historias de éxito aparentemente de la noche a la mañana. Hay que permanecer bajo control y comprender que estas sensaciones instantáneas son la excepción, no la regla. De hecho, el 50% de todas las pequeñas empresas fracasan antes de su segundo año en el mercado panameño. Recuérdese a sí mismo por qué está haciendo esto y vaya a jugar LEGO con sus hijos, haga yoga o salga con sus amigos o familia y disfrute de la vida planificadamente para que el retorno a las tareas diarias no se vuelva una bomba de tiempo para acabar con todo por falta de ese espacio personal tan necesario.